lunes, 20 de noviembre de 2017

video y televisión digital

séptima entrada y hablamos sobre el video y la televisión a la hora de la educación y en las aulas.


Video y televisión digital 

Las posibilidades didácticas del vídeo han sido puestas de manifiesto por diversos autores (Ferrés, 1994; De Pablos, 1995; Cebrián, 2005; Román y Llorente, 2007; García-Valcárcel, 2008b; Solano et al., 2015; Tobías-Martínez et al., 2015), entre las que destacamos las siguientes: el vídeo como instrumento para aprender sobre la comunicación audiovisual, el vídeo como medio de expresión, como instrumento para la investigación, como medio de evaluación, medio de información y como instrumento para el desarrollo profesional del docente.
Las herramientas informáticas y el desarrollo de las redes de comunicación están ofreciendo nuevas posibilidades a los materiales audiovisuales, añadiendo interactividad y permitiendo su exposición en Internet. Al mismo tiempo, las tecnologías de la información y comunicación van confluyendo hacia aplicaciones cada vez más audiovisuales e interactivas. 
Una muestra de estas nuevas herramientas audiovisuales interactivas es el desarrollo del hipervídeo. Es un modelo de vídeo interactivo basado en la asociación de contenidos de

Recursos digitales para la mejora de la enseñanza-aprendizaje – Ana García-Valcárcel 5

diversa naturaleza a lo largo de su línea narrativa. Se trata de un hipertexto audiovisual, de manera que se puede intervenir en la secuencialidad del relato e interactuar con otros tipos de información: textos, imágenes fijas, audio, páginas web, etc. Sobre el concepto de hipervídeo pueden consultarse las propuestas de Aarseth (1994), Cherrett et al. (2009), Nürnberg (2003) y Wardrip-Fruin (2004). El hipervídeo, como recurso audiovisual, puede ser eficaz para motivar a los alumnos, no tanto por el componente tecnológico sino por la forma de procesamiento de la información: carácter impactante y sugerente de la imagen sonora en movimiento, capacidad de transmisión de emociones a través de la identificación. Algunos materiales didácticos son concebidos con esta intención, no transmiten información exhaustiva sobre un tema, sino que abren interrogantes, suscitan problemas, generan dinámicas participativas, producen emociones que llevarán posteriormente al análisis y la reflexión. Además los hipervídeos, al ser documentos interactivos en los que el alumno ha de ir seleccionando los recursos de mayor interés para su exploración mientras o posteriormente al visionado del video principal, permiten la toma de decisiones sobre el tipo de información a consultar y, de este modo, la adaptación a un ritmo particular que posibilita personalizar el recurso adaptándolo a las necesidades del alumno. Por otra parte, las actividades y recursos contemplados en su diseño permitirán realizar una propuesta de aprendizaje basada en la activación de experiencias relevantes, la intuición, la demostración, la aplicación de los conocimientos para la resolución de problemas y la transferencia de los conocimientos a la vida cotidiana, principios sobre el diseño instructivo que han sido señalados por diversos autores como altamente significativos para el aprendizaje (Merrill, 2002, 2007; Salinas y Urbina, 2007).
Con relación al diseño y evaluación de recursos videográficos, consideramos de interés reseñar cuatro cualidades, que necesariamente marcan pautas evaluativas sobre este tipo de medios: 1. Relevancia de la información: temática planteada, explicaciones, conceptos,... 2. Estructura y presentación de la información: diferenciación entre las unidades informativas, imágenes y sonidos claros y eficaces, ritmo que permita comprender y asimilar su significado. 3. Incorporación de facilitadores de aprendizaje: introducción a los contenidos, esquemas, mapas, grafismos, manipulación electrónica, subtítulos, resúmenes, sugerencias de actividades, materiales complementarios, etc. 4. Uso adecuado de las emociones: selección de escenarios, presentadores, protagonistas, personajes, sentimientos mostrados, satisfacción de necesidades, etc.

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En cualquier caso, la valoración del vídeo para su uso educativo debe hacer hincapié en el análisis de las posibilidades que nos ofrece este medio para enseñar, evaluar, investigar, expresarse a través de un lenguaje específico, etc.  incluyendo a los alumnos como posibles realizadores, la incorporación de la cámara en el proceso instructivo sería una de las posibilidades más interesantes (Aguaded y Sánchez, 2013). La elaboración de un producto audiovisual puede contemplarse como un proceso de aprendizaje. Se trata de aprender a expresarse a través del lenguaje audiovisual, lo que implica la utilización (por parte de los alumnos) de la cámara para obtener y transmitir información, el conocimiento del lenguaje audiovisual y de los procesos de realización y postproducción para la edición de documentos videográficos (García Jiménez, 1993; Bartolomé, 2004a, García-Valcárcel y Hernández, 2013)
La incorporación de la cámara en el proceso instructivo posibilita a los alumnos el acceso a informaciones del propio entorno y supone hacer posible una comunicación horizontal. Se trata de aprovechar para el aprendizaje el efecto que produce la ruptura de las rutinas o hábitos perceptivos, realidades que contemplamos cada día en directo en nuestro entorno sin prestar ninguna atención, adquieren relieve al ser objeto de una realización audiovisual. Permite poder leer el entorno, mediatizado por la cámara, desde una determinada perspectiva: la ciencia física, química, matemática, geografía, ética, sociología, lengua, arte, etc. Por otra parte, el proceso de investigación y recogida de información, selección de la misma, su organización en función de las ideas que se quieren transmitir, etc. facilita desarrollar en los alumnos diversas destrezas relacionadas con un aprendizaje autónomo y significativo, con una manera de aprender en la que hay que tomar la iniciativa, fijar las metas del proyecto, trabajar de forma colaborativa, utilizar diversos recursos tecnológicos y compartir los resultados obtenidos. Una tarea que se puede interpretar como auténtica, relacionada con la realidad en la que se desenvuelven los estudiantes y con sus intereses de aprendizaje.
Actualmente vivimos el auge del vídeo digital accesible a través de Internet, lo que ha cambiado nuestra concepción de la realización audiovisual y el acceso a este tipo de materiales. La inmediatez y la espontaneidad, así como la colaboración y reutilización, se han convertido en rasgos de las nuevas producciones videográficas. Un proyecto interesante para el uso del vídeo en las escuelas y la producción por parte de los profesores y alumnos como actividad escolar, con la posibilidad de compartir los vídeos realizados en diferentes escuelas, es “Films for Learning”. Este proyecto comienza a desarrollarse en  Dorset school's Leading Edge en 2005 y fue inicialmente fundado por NESTA (National Endownment for Science

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Technology and Arts), si bien posteriormente ha sido apoyado por diversas organizaciones. El proyecto parte de la idea de que los vídeos tienen un doble valor, creando nuevas experiencias de aprendizaje para los alumnos que participan en la realización del vídeo y para los alumnos que lo ven. La experiencia de realizar vídeos didácticos por parte de los estudiantes para su uso en el aula resulta ser un proceso creativo que permite poner en práctica las ideas de los alumnos sobre cómo enseñar determinados contenidos y establece una relación diferente entre el profesor y los estudiantes, trabajando juntos y dándoles a éstos un mayor protagonismo y responsabilidad. Hargreaves (2013) afirma sobre este proyecto que está ampliando la capacidad de los jóvenes para crear vídeos y contribuyendo al aprendizaje, no sólo sobre el uso de estas herramientas tecnológicas, sino también sobre los contenidos curriculares incluidos en los documentos audiovisuales. El proyecto ofrece también formación a los alumnos y profesores para que aprendan a realizar sus propios vídeos.
Por otra parte, algunos proyectos han tratado de crear comunidades profesionales de docentes para compartir este tipo de recursos. Un proyecto interesante en este sentido ha sido Eduvlogs, activo hasta 2013. Se definió como “una televisión educativa de almacenaje o televisión IP (IPTV) conformada por profesores que han dado el paso hacia la enseñanza audiovisual y multimedia participativa y con presencia en la blogosfera y la vlogosfera (con 'v' de vídeo-blogosfera”). En este proyecto todos los profesores que intervienen se convierten en editores y emisores de vídeo educativo para la Red (Palazio, 2006). Todos los vídeos de esta comunidad virtual son del campo de la educación y formación profesional. Con esa interacción, los vbloggers de esta comunidad virtual buscan compartir experiencias y provocar la interactividad de los estudiantes.
Las conclusiones que podríamos indicar sobre estas nuevas herramientas que nos ofrecen tanto la posibilidad de crear vídeos interactivos como de compartir los recursos a través de la Red son las siguientes: – El vídeo digital está revitalizando el uso de la comunicación audiovisual desde una perspectiva educativa. – El desarrollo de las infraestructuras y servicios de comunicación posibilita el fácil acceso y publicación de documentos videográficos que pueden ser compartidos. – El vídeo digital amplía las funciones tradicionales del vídeo en la enseñanza permitiendo una mayor interactividad. – Los hipervídeos introducen un nuevo concepto en la secuencialidad del audiovisual pudiéndose adaptar a distintos intereses.
Los videoblogs son potentes herramientas para fomentar el uso de la comunicación audiovisual dentro la cultura de las redes sociales.
En cuanto a la televisión como recurso audiovisual, se puede analizar como una máquina de producción textual con gran capacidad de seducción (Arroyave, 2015; Goicoechea de Jorge, 2015). Nos brinda una historia del mundo, informa sobre la realidad, seleccionando los contenidos, jerarquizándolos y articulándolos para que aparezcan como un universo coherente. Las relaciones palabra-imagen son complejas, puesto que vehiculan no sólo información explícita sino también implícita, con lo que generan comunicaciones inadvertidas. Además se integra en un contexto de cultura y organiza redes de conocimiento. El poder de identificación de los relatos los convierten en modelos a imitar sin mediar una reflexión crítica  Sus rasgos básicos son la mundialización de la cultura, el sincretismo semiótico (mezcla de lenguajes diversos y medios heterogéneos: cine, teatro, poesía, prensa, fotografía…), la transformación social en lo relativo a lo privado/público (rompiendo la intimidad) y la generación de nuevos discursos (fragmentarios, conectivos, vagos, difusos, impresionistas y hasta surrealistas).
Por esto urge saber leer la televisión en cuanto objeto cultural y saber leer los textos audiovisuales en lo que tienen de código, de mensaje y de producto de la industria cultural. Aprender a ver la televisión debería ser uno de los objetivos de la educación, para interpretarla en su justa medida y reflexionar sobre el discurso televisivo, lo que supone considerar los discursos de las programaciones televisivas (en sus diversos géneros) no como discursos autónomos, sino como fragmentos de un discurso más amplio: macrodiscurso televisivo global. En televisión hay un proceso de codificación y decodificación que supera la vieja noción de contenido televisivo e incluye las competencias desarrolladas por los telespectadores (hábitos perceptivos...) y el ambiente o “mediosfera” en que se consume el medio. Este contexto sociocultural tiene notable influencia en la propia escritura del discurso televisivo, que considera no sólo el mensaje sino también los significados existenciales que genera la recepción desde el hogar. El éxito dependerá tanto de la forma en que su texto se construye como de la capacidad de interconectar con los receptores, satisfaciendo la estimulación sensorial, la fabulación la fantasía y la liberación emotiva. Los mecanismos de identificación y proyección permiten vivir al espectador, de manera vicaria, toda clase de experiencias, creando una atmósfera de seducción audiovisual. Se puede decir que hoy la televisión se ha convertido en instrumento privilegiado de penetración cultural, de socialización, transmisión de ideologías y valores, de colonización. Por lo cual, los profesionales de la educación deben ser conscientes de la importancia de estos recursos y la alfabetización en el lenguaje audiovisual.
La educación tiene una misión importante en el desarrollo de las capacidades de los estudiantes para que puedan hacer un uso formativo de los medios que estimule su comprensión del mundo en que viven y sus experiencias sensoriales y afectivas. Así como fomentar su capacidad de análisis crítico para hacer frente a los peligros y obstáculos éticos, psicológicos y didácticos que estos medios pueden generar


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